martes, 15 de febrero de 2011
A veces me enojo, pero me enojo mucho, mucho, mucho. Hay cosas que me sacan, pero que me re sacan. Se piensan que gritando nos escuchamos mejor, eso me saca. Me enoja mucho enojarme. Y tanto que me enojo me pongo triste. Nadie escucha, nadie mira. A nadie le importa lo que siente el otro. Atacar es más fácil que escuchar. Gritar es más fácil que abrir los ojos. Cielo decía que las palabras son balas cuando se gritan. Y es así, lastiman, hieren. ¿Es tan fácil odiar y tan difícil amar? La bronca saca lo peor de vos. Mi papá dice que curar es cuidar al otro. Un enfermo necesita cura. Una herida del alma necesita cura. En vez de destruir hay que construir. Destruir enferma y construir cura. Para mi, curar es dar la mano. Curar es amar. La cura es un puente, un puente que une. La cura necesita un tiempo, necesita amor. La cura necesita un esfuerzo. La cura necesita paciencia. La cura necesita de todos. Curar es cuidar. Dejarse cuidar es dejarse curar. ¿Cómo se cura un alma? ¿Cómo se cura el odio? ¿Cómo se cura la maldad? ¿Cómo se cura la violencia? ¿Cómo se cura el miedo? ¿Cómo se cura el rencor? Es triste y da bronca, pero hay cosas que no tienen cura.
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