miércoles, 30 de septiembre de 2009


Solamente vamos a hablar de la risa. Es una gran terapia la risa, pero sólo vamos a hablar de una risa: la risa franca. Está comprobado científicamente que la risa tiene poderes curativos: puede generar cambios químicos en el organismo; aumenta el sistema inmunológico; se pone en actividad el sistema central y periférico y empieza a activar algunas zonas en el cerebro que están dormidas. Está comprobado que la risa franca, la carcajada, tiene la capacidad de recuperar la salud de nuestros enfermos, puede llegar a curar, libera tensiones, nos relaja, ayuda a expresarnos mejor. Una sonrisa a tiempo desdramatiza la vida. Nos hacemos grandes y perdemos la capacidad de reír, reímos menos y eso nos aleja de los demás, pero si alguien nos sonríe y le devolvemos la sonrisa, esa risa ya nos acerca a algo más. Los chicos, por ejemplo, se ríen 300 veces al día, en cambio los adultos, como mucho, se ríen 15 veces al día. El tema es reírse con los otros, no de los otros. La risa burlona saca lo peor de todos. Está comprobado que las personas que se han reído juntas, se sienten mucho más cerca. No necesitamos de algo gracioso para reírnos, la risa franca es contagiosa. No hay que olvidarse de reír, hay que recordar esa risa franca natural como la de los niños. Esa risa, nos puede salvar…

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