sábado, 4 de abril de 2009

Después, cuando decidis que si, que querés; después del SI, comienzan los problemas.Ahí es cuando vos empezas: "¿Hice bien?"; "No estoy segura de quererlo como él a mi.". Empiezan los: "Mejor salgo con las chicas" (la típica, te escapas de él); él empieza a dudar: "¿Porque salís con las chicas?, ¿Es porque salís con alguien más?, ¿No me querés?. Vos le decís: "¿Qué te pasa, no confías en mi?, ¿Acaso yo te hago reclamos cuando vos salís con tus amigos?" (eso es porque ya no te importa, admitilo). Ya con tantos reclamos y preguntas, no querés saber más nada. Entonces, que haces?; no lo queres ver, inventas cualquier excusa con tal de no salir con él (cuánto menos contacto mejor, porque sino se pone cargoso. No?). Y cuando salen, él está: besito que va besito que viene. Y te la ves venir, y de él sale un "Te quiero"; y vos, que no sabés que decirle, que no le querés decir que lo querés para no darle ilusiones, pero tampoco le querés decir que no lo querés para no hacerlo sentir mal, le decís: "Si, yo también"; pero media cortada y con la típica risita de "quiero que la tierra me trague".Y al fin, si al fin llega una pelea fuertísima, donde vos aprovechas y le echás toda la culpa a él. Te hacés la victima y con la excusa perfecta, lo dejás. Pero que pasa?, sabés que si lo ves con otra, te morís. Y es ahi donde él activa. Lo más rápido que puede, se busca una atorranta por ahi, y pasa por al lado tuyo (apropósito obviamente); el típico pensamiento machista: "Tomá por conchuda!". Y vos, vos te querés matar. Claro, vos lo mandaste a volar, el voló alto, y ahora que?, ahi es cuando viene el; ¿Que hago?, ¿Le digo que vuelva, que lo extraño y que es el amor demi vida?. Y si, es obvio, como toda mujer, cuando lo tiene no lo quiere, pero cuando no lo tiene se quiere m a t a r . Que vamos a hacer chicas, está en nuestra naturaleza. En ese momento, te volvés a hacer la victima, llorás por los rincones y le decís a todos sus amigos (como para que él se entere) que te querés matar, que no podés vivir sin él y que te diste cuenta que fuiste una pelotuda en dejarlo. Cómo toda mujer, esa "angustia" cuanto te puede durar?, unas semanas, algún que otro mes, en casos extremos un año y un poquito más. Pero al fin y al cabo, estás mejor sola, o me lo vas a negar?. Cuando se te pasa toda esta absurda melancolía, viene la etapa del picoteo (vos sabés muy bien de que te hablo, asique no te hagas la desentendida). Jugás con TODOS los hombres, y si. Te volvés la típica CONCHUDA, picoteas un poco por aca, otro poco por alla; y en el camino te encontrás a los típicos mosquitos que te siguen por todos lados y te hacen planteos boludos, sabiendo que para vos sólo fueron un tach and go. En ese preciso momento, aparace un flaco que está barbaro, y como todo hombre lindo, que sabe que lo es, se te hace el díficil, entonces pensás: "Upaa, mis encantos no pueden contra él !". MINGAAA!; porque al fin y al cabo toda mujer, SIEMPRE obtiene lo que quiere. Y ahí que pasa?, te das cuenta que el flaco es un gil y te querés matar. Pensás: "¿Y ahora como me lo saco de encima?". Ahí es cuando la historia se repite. Otra vez, lo mandas a volar alto. Y ahora?, ahí te quiero ver.

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