miércoles, 25 de enero de 2012

A pesar de decir ¡Yo no espero nada de nadie! y tratar de convencernos a nosotros mismos de eso, no lo creo posible. ¿A caso no esperamos nada de nuestra familias, de nuestros amigos? La esperanza y lo que esperamos de los demás es algo que no podemos controlar y capaz eso es lo que nos hace decepcionarnos cuando pasa algo inesperado. Creo que es mejor dejar ser las cosas y sí, esperar cosas de la gente, mejor dicho aceptar que esperamos cosas de la gente, sino, creo, que el golpe sería peor ante una decepción.

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