sábado, 25 de junio de 2011
jueves, 23 de junio de 2011
y ahora te acordas que no sabés nadar
será mejor que aprendas pronto y que te guste
vos corres la liebre y te come el león
pero de este sanguche sos el jamón
el tiempo vuela y es mejor que lo disfrutes
que no te importe ni la vida ni la muerte
ni la bueno o la mala suerte
que acompañará tu andar
sigue tu camino sin mirar atrás
no busqués la calma, no existe la paz
revelate a la pereza y al destino
sigue tu camino sin mirar atrás
no te hechés a menos, estirate a más
no dejés que te pase el ganado por encima
usa la cabeza además de los pies
no le hagas a nadie lo que no querés
hay que ser bueno pero no hay que ser boludo
desconfiá de todo lo que vos creés
para ver las cosas por primera vez
y que el silencio nos deje de una vez mudos...
que no te importe...
sigue tu camino...
martes, 21 de junio de 2011
otras que aprendí,
hay cosas que creo,
hay cosas que nunca ví.
Hay días sin nombre,
hay días sin ti,
hay tantos días deformes
hay cosas que me perdí.
Hay cosas que no se pueden explicar,
hay cosas que pueden destruir,
hay cosas de fé, sino seguí.
Hay dias que no entendés porque te pasó,
hay cosas que te hacen bien pero traen dolor,
hay veces que sin saber se asoma el amor y sos feliz,
no busques siempre un porque, las cosas pasan por algo.
Hay días que se parecen sufrir,
hay días que tanto te falta el amor
que preferís no vivir.
Hay cosas que no se pueden explicar,
hay cosas que pueden destruir,
hay cosas de fé, sino seguí.
Hay dias que no entendés porque te pasó,
hay cosas que te hacen bien pero traen dolor,
hay veces que sin saber se asoma el amor y sos feliz,
no busques siempre un porque, las cosas pasan por algo.
Si no tienes lo que quieres,
si no quieres lo que tienes
y nada te puede convencer,
quizá es hora que mañana te levantes
y te digas que "si puedes empezar de cero",
si no encuentras un amigo que te diga como amigo
que a pesar de "todo va a estar bien",
que "no hay mal que por bien no venga",
que siempre hay días de fé, sino seguí,
hay cosas sin un porque, vos sonreí.
lunes, 20 de junio de 2011
el autor; sin saberlo, has estado haciendo esto. Parece difícil de creer que tu
tristeza es tu imaginación, porque entonces toda la responsabilidad recae sobre
ti. Entonces nadie más es responsable, entonces no puedes echárselo encima a
Dios, al destino, a los demás, a la sociedad, a tu mujer, a tu marido…No puedes
echárselo encima a nada. Tú eres el creador, y todo lo que te está sucediendo,
lo estás creando tú.
domingo, 19 de junio de 2011
se siente mareada, no sabe qué tiene que hacer
él se le ríe en la cara y no es la primera vez
se acerca la noche y la empieza a perder.
No sufras por nada que te tenga en segundo lugar
no quedan palabras que hieran todavía más
y él se te ríe en la cara y no es la primera vez
se acerca la noche y te empieza a perder.
Llorá si querés, sólo si querés
pero cuando pares no olvides saber que sabés
que se te ríe en la cara y no es la primera vez
se acerca la noche y te empieza a perder.
No sé si es ese avión que cruza el cielo el que te lleva (si ya te fuiste hace tanto tiempo), pero para mí todos los aviones que rugen en el aire son las fieras devoradoras que te tragaron, que te encierran en su vientre sin dejarte escapar, que anuncian la distancia: yo aquí, oyendo a Satchmo cantar un blues. Vos allá, tal vez tambien, y sin quererlo ni proponértelo, oyendo un blues de Satchmo, con su ancha voz de negro melancólico.
Nunca hablamos de eso, de si Amstrong te gustaba. Entre tantas palabras de amor, tantos adioses, tantos desencuentros y tanta despedida, no tuvimos tiempo de hacer nombres, de ponerle música a lo nuestro, de leer a cuatro ojos las páginas de un libro.
Y aquí estoy yo, dejada de tu mano, con una dirección para escribirte, pero ningún indicio para imaginar tus acciones, tus pasos en cada hora del día. Tus horas de allá, aquí son diferentes porque permanecemos en distintas latitudes, y mi verano es tu invierno allá arriba, tu sobretodo gris, tu risa de muchacho, tu nostalgia, quizás también un tanto trayéndote a estas calles que nos son familiares y nos pertenecen por el solo hecho de haber caminado por ellas, de habernos salpicado con sus charcos los días de lluvia.
Otros tienen de vos lo que me falta: tu enjuto cuerpo moreno, los ademanes de tus manos nerviosas, los gestos de tu cara, la honda arruga de tu desconcierto, los dientes en primer plano de tu sonrisas.
Otros tienen de vos lo que me falta: el olor de tu aliento, las bocanadas de humo que arrojas lentamente al aire, tu palabra de voz ligeramente húmeda.
Les hablás en un idioma que conozco en forma elemental y cuyo significado más que entender, adivino, en las letras de las canciones de Satchmo, llenas de melancolía, de silencioso llanto en la noche por la que los aviones pasan llevándote, todos los aviones llevándote, siempre el mismo avión que te lleva y te lleva y te aleja hacia el norte de todas las distancias.
Quisiera poder entibiar con el calor de mis manos el hueco que dejaste, pero para ello tendría que abrirme el pecho.
Ya ves, ni siquiera puedo tocarte.
Te aparecés de pronto dentro de mí, un instante nomás, luego te escapás, huís, flotás por largos kilómetros hacia otro país y me dejás toda la soledad para mí sola.
Es demasiada soledad la que me dejás.
Demasiado silencio.
Demasiada ansiedad.
Todo te lo has llevado.
Pensabas que era mejor así: no atarte con promesas, no pronunciar palabras que te comprometieran a quererme en la distancia.
Dijiste que no querías dejarme atada, pero la verdad es que no querías quedarte atado a mí.
- Tendremos que estar mucho tiempo separados. Un año, dos... Quizás más...
- No me interesa el tiempo, yo te quiero.
- Es tonto prometernos cosas que tal vez no podamos cumplir... Prefiero despedirme como si fuera una despedida común, de cualquier día. Y reunirnos a mi regreso, como si tal cosa, si es que aún queda algo de lo nuestro en nosotros.
- Eso es cruel.
_ No, no es cruel, es generoso. Lo egoísta es dejar de vivir lo que la vida pueda acercarte, acercarme.
- Pero si yo te dejo libre..., sólo te pido que me si me querés, me quieras y me lo hagas saber.
- Ah..., qué fijas cadenas invisibles y fuertes son las que llamás libertad, qué finas cadenas, finas e irrompibles son esas con que querés asfixiarme. Dejemos todo así, que sea el tiempo el que cure, el que mate, el que mantenga encendida la llama y la vaya apagando poco a poco.
Aplastaste la colilla del cigarrillo en el cenicero, terminaste el café, dijiste chau.
Alla no decís "chau", decís "good bye".
Tal vez también decís palabras de amor en ese idioma.
Tal vez no. Tal vez las guardes para mí y las traigas de regreso el día menos pensado, a cualquier hora, llegando en un avión cuyo rugido en el aire de esta tierra me parezca distinto..., y en vez de ser el avión que te lleva constantemente, todos los días, todas las tardes, todas las noches, todas las veces que levanto mis ojos para verlo cruzar el cielo..., sea el avión que te traiga y te deje a mi lado para siempre. Y ya no temas mis invisibles cadenas, ni mi visible amor, ni mi visible emoción, ni mi visible llanto.
lunes, 13 de junio de 2011
Un hombre de cierta edad llego a la clínica donde trabajo muy temprano para hacerse curar una herida leve, se le notaba que tenia prisa, preguntando en demasía cuanto quedaba para terminar, así que le pregunté cual era el motivo por el cual tenia tanta prisa.
Me dijo que tenía que ir a una residencia para desayunar con su mujer como todos los días, que vivía allí, me contó que llevaba ya tiempo en ese lugar y que tenía un Alzheimer muy avanzado.
Terminando la cura de la herida, le pregunté de nuevo si ella se inquietaría mucho al llegar tarde esa mañana.
-No, me dijo, ella ya no sabe quién soy, hace ya casi cuatro años que no me reconoce.
Entonces le pregunté extrañado.
-Y si ya no sabe quién es usted ¿Por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas?
Me sonrió y dándome la mano me dijo: -Ella no sabe quién soy yo, pero yo si sé muy bien quién es ella.
Si yo, tú.
Si tú, yo.