martes, 10 de febrero de 2009

Es mucho más fácil dejarse llevar por las apariencias y vivir en la mentira . Mírense ustedes, todos vestidos iguales, todos hablan iguales… apariencias. Algunos se terminan creyendo las apariencias y así viven… aparentemente viven. Pero vivir de verdad es otra cosa, amar de verdad es otra cosa. Hay que saber mirar muy bien para ver de verdad a la gente, para ver su esencia, y no su apariencia. A veces el que parece un santo es un demonio y el que parece un demonio es un santo . lo sencial es invisible a los ojos, pero igual se ve. Hay que abrir los ojos para ver que la verdad no siempre es la apariencia

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